CIUDAD DEL VATICANO.- La Iglesia católica pasó su primer domingo en casi ocho años sin la bendición papal, mientras los cardenales se congregaban para elegir al nuevo líder de los 1.200 millones de miembros del credo religioso en uno de los períodos más difíciles de su historia.
Las ventanas de los departamentos papales que dan a la Plaza de San Pedro se mantuvieron cerradas, lo que normalmente sólo ocurre cuando el Papa se encuentra fuera de Roma y da la bendición del domingo en algún otro lugar del mundo.
Pero ayer no hubo bendición papal de ningún tipo. Esto no ocurría desde el 3 de abril del 2005, el día después de la muerte del papa Juan Pablo II.
"Es extraño, muy extraño, venir a Roma a la Plaza de San Pedro y no oír el Ángelus (la bendición del domingo) del Papa, especialmente porque el Papa sigue vivo; es una situación única por la que estamos pasando", dijo Fabio Ferrara, una de las pocas personas que se encontraban en la plaza al mediodía.
"Hemos rezado mucho. Es triste; es muy, muy triste, nos sentimos como huérfanos", dijo la hermana Agnese Carreddu, una monja italiana que también estaba en la plaza.
Hoy los cardenales realizarán encuentros preliminares, conocidos como congregaciones generales, para conocerse entre sí, discutir cuestiones eclesiásticas y decidir la fecha de inicio del cónclave a puerta cerrada en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI.
Los encuentros están abiertos a todos los cardenales, pero sólo los menores de 80 años podrán entrar en la Capilla Sixtina y elegir a un nuevo Papa entre sus propias filas. Actualmente 115 cardenales electores deber tomar parte en el cónclave, que comenzaría cerca del 10 de marzo.
El Vaticano podría buscar que la elección se diera a mediados de este mes para que el nuevo Papa se instale antes del Domingo de Ramos (será el 24 de marzo) y dirigir las misas de Semana Santa que culminan con la Pascua de Resurrección el domingo siguiente.
Aunque no se permiten campañas para la elección, entre los candidatos con más opciones están el ghanés Peter Turkson, el argentino Leonardo Sandri, el austríaco Christoph Schoenborn, el brasileño Odilo Scherer, el canadiense Marc Ouellet y Angelo Scola, el principal candidato de Italia.
"Hombre santo"
En una entrevista exclusiva con Reuters, el cardenal argentino Leonardo Sandri dijo que la Iglesia debe abrirse a las mujeres en el próximo pontificado y darles más posiciones de liderazgo en el Vaticano y más allá.
También afirmó que el próximo Papa no debería ser escogido de acuerdo a áreas geográficas, sino que debe ser un "hombre santo" que sea el mejor calificado para liderar a la Iglesia en tiempos de crisis.
Benedicto XVI terminó su difícil reinado de ocho años el jueves prometiendo obediencia incondicional a quienquiera que lo suceda.
A los cardenales les preocupa una burocracia golpeada por escándalos, intriga y traiciones al más puro estilo de una corte del Renacimiento.
Además de abusos sexuales por parte de sacerdotes en todo el mundo, los escándalos más cercanos involucran la filtración de escritos personales de Benedicto XVI, informes de medios sobre comportamiento sexual impropio en el Vaticano, escuchas telefónicas, enredos burocráticos y contratiempos que muchos dicen que se podrían haber evitado.
Los cardenales extranjeros que elegirán al próximo Papa han estado particularmente alarmados por los informes y se especula que podrían inclinarse por alguien que no esté conectado con la administración central del Vaticano, dominada por italianos, sostienen fuentes en la Santa Sede. (Reuters)